De Bilbao al mundo

Liérganes, un pueblo de leyenda en el interior de Cantabria

Es un pueblo situado en la provincia de Cantabria y que pertenece a la asociación de los pueblos más bonitos de España desde el año 2016. Es un precioso pueblo con un entramado de calles preciosas y muy bien conservadas. Explorando Liérganes podréis disfrutar de un conjunto de edificios barrocos y neoclásicos; casonas montañesas y palacios indianos; puente y molinos; todo ellos integrados en la naturaleza y el estilo de la época.

Calle de Liérganes
Liérganes

LUGARES DE INTERÉS

Puente mayor, Casa de los Rañada y los Portilla y Casa de los Cañones

Puente Mayor: se trata de un puente sobre el rio Miera. Su construcción fue obra de Bartolomé de Hermosa, maestro cantero y vecino de Liérganes, que concluyó en el año 1606. El conjunto también está formado por un molino que fue construido en 1667 por orden de Diego Rubalcaba, que fue Secretario de la Inquisición. El dicho molino se encuenta actualmente el Centro de Interpretación de Hombre-Pez. Un leyenda basada en la figura histórica de Francisco de la Vega que os contamos más abajo. Además, junto al puente también se encuentra la escultura de bronce del hombre-pez, una obra de Javier Anievas.

Liérganes

Casa de los Rañada y de los Portilla: están situadas en el barrio de Mercadillo, junto al antiguo camino real, y  representan el crecimiento urbano de Liérganes en la Edad Moderna.

Casa de los Cañones: Fue construida entre 1714 y 1716 por 31 canteranos. Dispone de 2 plantas y un gran escudo de armas con los apellidos Cantolla y Miera. Fue propiedad de Domingo de la Cantolla Miera, Secretario de la Inquisición General.

Liérganes

LEYENDA DEL HOMBRE PEZ

Se trata de la leyenda de Francisco de la Vega Casar, al que apodaban el Hombre-Pez, un ser legendario de la mitología de Cantabria. La leyenda cuenta que a mediados del siglo XVII en Liérganes vivía el matrimonio formado por Francisco de la Vega y María de Casar, que tenían 4 hijos. La mujer al enviudar, mando al segundo de sus hijos, Francisco a Bilbao, para que aprendiese el oficio de carpintero. Allí vivió hasta que la víspera de San Juan de 1674 se fue a nadar con unos amigos a la ría. El joven se metió en el agua y fue nadando hasta que desapareció. El chico no aparecía y pasadas unas horas lo dieron por ahogado.

Aparición en la bahía de Cádiz

En 1679, unos pescadores que faenaban en la bahía de Cádiz, vieron la aparición de un ser acuático muy extraño que tenía apariencia humana. Cuando se acercaron a él, desapareció. La aparición se repitió varios días, hasta que lo atraparon. Cuando lo subieron a cubierta comprobaron que la extraña criatura era un hombre joven, cuya única particularidad era una cinta de escamas que bajaba desde su garganta hasta el estómago y otra que cubría el espinazo. Los pescadores llevaron a la extraña criatura al convento de San Francisco donde, después de conjurar a los espíritus malignos, le interrogaron en varios idiomas sin obtener respuesta. Al cabo de unos días, tras los esfuerzos de los frailes la criatura dijo una palabra: “Liérganes”.

Liérganes

De boca en boca

El suceso corrió de boca en boca, hasta que Domingo de Cantolla, secretario de Santo Oficio de la Inquisición, confirmó al obispo de Cádiz la existencia de Liérganes como un lugar próximo a Santander. De inmediato mandó noticia del hallazgo a unos parientes que tenía en Liérganes, para ver si podían tener información que ayudase a esclarecer el suceso. Desde Liérganes respondieron que lo único extraordinario era la desaparición de Francisco de la Vega mientras nadaba en la ría de Bilbao.

Dicha respuesta despertó la curiosidad de Juan Rosendo, fraile del convento, quien se encaminó a Liérganes para descubrir si el joven que sacaron del mar y Francisco de la Vega era la misma persona. Cuando llegaron estaban cerca de Liérganes, el religioso mandó al joven que se acercase hasta Liérganes. Así lo hizo el joven, que se dirigió hacia Liérganes sin fallar ni una sola vez en el camino.

El joven Francisco se quedó en casa de su madre, donde vivía tranquilo, sin mostrar el menor interés por nada ni por nadie. Siempre iba descalzo, no hablada y no solicitaba comida. Por ello, al joven se le creía loco hasta que un día, al cabo de 9 años, desapareció de nuevo en el mar. El último testimonio es de un pescador de San Vicente de la Barquera que juraba haberlo visto alejarse mar adentro junto a una manada de delfines.

Liérganes

Nosotros disfrutamos la visita mucho dejándonos llevar por sus calles y rincones descubriendo todo el gran ambiente que se respira allí.

Os dejamos el enlace a nuestro post GUÍA SOBRE LOS PUEBLOS MÁS BONITOS DE ESPAÑA donde podéis encontrar toda la información sobre la asociación y los pueblos que la conforman.

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